
Así de duales estamos. Asumamos que esta red social, nos exaspera y nos dá satisfacciones en proporciones iguales. Cambia el algoritmo y nadie sabe bien porqué.
Que díficil es mirar estadísticas y bajar las expectativas de lo que pretendemos alcanzar. Pienso que estamos en una constante negociación entre lo que proponemos y lo que nos devuelve la realidad en que estamos inmersxs.
No voy a negar haber leído muchas quejas de cuentas grandes, medianas y pequeñas, por la baja de visualizaciones de las historias y publicaciones. O incluso les ocurre el Shadowban: bloqueo de contenido sin que sepas bien la razón.
¿Qué cambió entonces?
Bueno producto de la pandemia, fue creciente la venta de productos y servicios online. Eso genera que haya más usuarios vendiendo lo mismo que hacemos.
Muchas cuentas grandes que comenzaron hace 5,6,10 años en un Instagram mucho menos concurrido, les fue muy fácil crecer, pero ahora la cosa se puso difícil.
Y hay algo de base, más allá del algoritmo. Como usuarios estamos más exigentes: ver el mismo contenido de una cuenta ABURRE. Si estás buscando la atención de las personas, en un océano de contenido totalmente variado, no podés hacer lo mismo cada día.
Mark y su imperio de redes sociales, no nació de un repollo. Entendamos que el sistema que vivimos es capitalista. Lo mueve el dinero. Estemos de acuerdo o no con la justicia de este sistema (ahí me sale la Lisa Simpson de adentro). Poco podemos huir de sus reglas del juego.
He escuchado emprendedorxs decir: «no pago publicidad para no contribuir a Facebook».
Spoiler 1: Solo si tenés un Nokia 1100 le escapás al imperio de Mark. Si sos usuario de Whatsapp, Facebook o Instagram estás contribuyendo.
Spoiler 2: Si vendés online, y usás las redes sociales para acercarte a tu cliente ideal, más tarde que temprano, tendrás que pagar publicidad.
Aclaro que hay personas que construyeron comunidades sólidas sin pagar publicidad, pero la inversión de su capital fue el tiempo y la constancia que les llevó en crear Contenido de calidad para su público. Y cuando digo tiempo, es años.
Si estás dispuestx a bancar tu proyecto por años, entonces hacelo.
Pero no todo es malo gente, hay muchísimas cosas geniales que suceden gracias a las redes. Si somos responsables en lo que compartimos, contribuimos a que información valiosa y libre de conflictos de interés llegué a mas personas.
¿Responsables en lo que compartimos?
En 1996 nació un termino llamado Infoxicación, que es la sobrecarga de información en donde se tiene más de lo que podés procesar
Básicamente es la sobresaturación de información que tenemos a diario en las redes. Increíble que este término haya nacido lejos de las redes sociales.
Por minuto, vemos cientos de imágenes y videos que nos cuesta recordar. Por eso, «publicar por publicar» ya fue, al igual que solo publicar lo que vendés, aburre. Las personas entramos a internet para aprender, entretenernos, informarnos y hasta para no pensar.
Podés hacerte estas preguntas antes de publicar: ¿Pensás en tu cliente ideal cuando compartís Contenido? Osea lo créas sabiendo que es funcional a esa persona. ¿Chequeás las fuentes a la hora de publicar info de otrxs? ¿Compartís en tu cuenta, cosas que no tienen nada que ver con tu emprendimiento, para seguir visible en Instagram?¿Citás autores si usás ilustraciones, canciones o escritos de otrxs?
Aquí vuelvo a mi historia.
Tomarme este tiempo, del cual estuve ocupadísima me sirvió para repensar que otros caminos podemos elegir.
Este espacio que deseaba hace mucho, se materializa en el plano virtual. Se hace real con tu aporte, no solo el mío. La red es red, porque varias personas la construimos.
Espero que lo que encuentres acá no solo te ayude a emprender, si no te vuelva la cosa más amena, y entiendas que no estás solx. Lxs emprendedores pasamos las mismas cosas una y otra vez, solo que con la sabiduría de la experiencia vamos entendiendo por donde va la cosa.
Bienvenidxs y gracias.