¿Hacemos un plan?

#2 Emprender en este Lío

Es domingo a la mañana, tu casa estallada, después de una fiesta épica, no sabés por donde empezar a limpiar, y te preguntás: ¿Por dónde seguimos?.
¿Planificamos o no?. ¿Cuál es el siguiente paso para emprender en este lío? .

Bueno por un rato vamos a preguntarnos y a investigar algunas de las cuestiones que muchxs emprendedores nos venimos haciendo frente a este clima y que la respuesta no va a estar dada en el mejor libro de Marketing, porque esos libros no contemplan casos como Argentina. Porque los últimos años a nivel economía, han sido un tanto variables, con tintes de incertidumbre, y una crisis aguda, que a menos que vivas en un tupper o en bunker, te viste afectadx de algún modo.
Básicamente hacés un doctorado en versatilidad o sufrís un montón.

Hoy vamos a hablar de los planes. Tenemos varios que podemos aplicar dentro de nuestro emprendimiento, y también vamos a cuestionarnos si queremos y tenemos que hacer un plan como dicen los libros.

Planificar es una palabra muy amplia. Tenemos planes grandes, planes semestrales, mensuales, anuales. Planes que tienen que ver con todo nuestro emprendimiento, planes que tienen que ver con el contenido exclusivamente. Planes como el famosísimo «plan de negocios».

¿El Plan de negocios es para mí?
Wait Maga, ¿qué es el plan de negocios? El plan de negocios es una hoja de ruta que permite abordar las oportunidades y obstáculos esperados e inesperados que depara el futuro, para navegar exitosamente a través del entorno competitivo particular de ese negocio*

Según esta definición, esta hoja es fundamental para crear un negocio.
¿Pero qué pasa cuando nos sale la pulsión de hacer algo qué nos gusta? ¿Qué hay con la experimentación, con salir y hacer sin tanto plan? ¿Es posible?. 

 

Según varios autores del marketing no se puede crear un negocio sin hacer un plan. Porque en este plan vemos si es viable lo que queremos construir o no. Pero para abrir nuestras lindas cabecitas, más allá de la teoría, veamos el caso de la grosa de Paulina Cocina.

«No es que mi interés al inicio fue la cocina, no fue enseñar cocina, fue hacer algo en video. Mi vida pasó por un montón de etapas, como la de cualquiera. En ese momento estábamos en Barcelona y tenía un trabajo en una asociación, que era presencial. Cursaba el doctorado (sociología) todos los días de la semana, salía con mi marido, con amigos, mucha fiesta, salir, trabajar. Estaba haciendo una tesis re heavy.
Lo de empezar a hacer videos fue un poco como un escape. Hacía absolutamente todo yo. Después de un año corté, porque era un laburo infernal: me llevaba dos o tres días hacer cada video. Yo te sacaba un video aunque no lo mirara nadie. Pero lo dejé hasta 5 años después.»

Fragmento de nota: https://www.cronista.com/clase/gourmet/Quien-es-Paulina-Cocina-la-youtuber-de-43-anos-que-no-se-llama-Paulina-ni-es-cocinera-20200518-0008.html

Con este ejemplo no estoy demostrando, que se puede hacer un negocio sin hacer un plan. Estoy mostrando, qué no todas las experiencias son iguales, aunque los gurues de Instagram te digan que su plan para empezar a emprender, es infalible. Probablemente, Paulina hizo su plan de acción o de negocios, o de proyecciones y objetivos, en algún momento. Ósea cuando lo necesitó, quizás cuando tuvo en claro para dónde quería ir.

A veces empezamos y no tenemos tan claro para donde va la cosa, nos nace. Podríamos forzarnos a meter nuestra idea de emprendimiento en un plan, ¿Pero funcionará?

El lado B de planear

Del no hacer al hacer, es un paso. Es un paso que podemos dar sin un plan.
En mi experiencia, trabajando con emprendedores, las primeras veces que hacemos un plan, puede generar:
-Ansiedad: Es muy raro que salga todo bien, sobre todo que le peguemos al tiempo que nos llevan hacer las cosas. Y eso nos puede poner ansisxs por no llegar con las metas.
-Perfeccionismo: si no tengo todo como quiero, como ese escenario que me plantié en el plan, no comienzo.
-Frustración: No llegué con todo lo que propuse. Hubo variables que no contemplé

Planificar por primera vez, es fallar en cuestión de tiempos. Porque no sabés cuanto tiempo te lleva cada acción y eso lo vas a aprender con la práctica. 

¿Y qué onda con improvisar?

Los estudios en toma de decisiones, han teorizado y nos dan 3 formas de improvisar que pueden llegar a servirte:

-Improvisación imitativa. Sería buscar lo qué hicieron otras personas con éxito en esa situación o idea que quieras implementar. Accionar con esa información de base.

-Improvisación incremental. Si hay que tomar decisiones para «salir del paso» o resolver algo urgente, se hace sin destruir lo creado hasta el momento, los cambios se van generando de a poco.

-Improvisación generativa. Consiste en probar cosas nuevas anticipando lo que podría suceder. Es decir, antes de hacerlo, especular las variables. Es más arriesgada, porque son puros supuestos e imaginarios de como pueden salir las cosas, pero también suele ser muy buena para desarrollar ideas innovadoras, que no pensaríamos habitualmente.

Estamos hablando de improvisar cuando es posible. Si vas a tener personas a tu cargo, sería importante implementar un plan, metodologías, porque la cosa se complejiza, si vos no tenés las bases claras, y se lo tenés que transmitir a otrxs.

jefe

«La gente dice que soy el mejor Jefe»

Planificar e improvisar no son opuestos. O hago uno o hago el otro. Pueden convivir y creo que eso sería lo ideal. Un plan con metas claras, flexibles al contexto, con ideas y resoluciones improvisadas y creativas.

¿Si o sí tengo qué planificar? Pienso que dependerá de muchos factores. Vos sabrás si hoy lo necesitás o no.
Si hacés productos físicos, puede que planificar te ayude a mejorar los procesos y a delegar para crecer.
Si vendés servicios, se puede crear y que luego devenga la estructura cuando la estés necesitando.
En tiempos de incertidumbre y caos externo, tener un plan nos ayuda a saber como seguir, así como crear nos ayuda a estar en movimiento y a generar oportunidades.

Recuerden que  planear no te garantiza nada. Planear no es sinónimo de qué nos va a ir bien, es solo un mapa, una guía, una ayuda,  la aventura de emprender y de vivir en este mundo, es otra cosa. Paciencia. Sean lxs jefxs (con ustedes mismxs también) que quieran ver en el mundo y que la «fuerza emprendedora nos acompañe»

Yapita de data para planear

Planes que te pueden servir:
-Estrategia de Contenidos: para crear contenido digital en tus redes y hacerlo alineadx a tus objetivos. Click acá para más info.
-FODA: No es un plan en sí, pero es un primer paso para analizar nuestro emprendimiento.

-Plan de negocios básico: puede llevar como 20 hojas hacerlo, no creo que sea necesario hacerlo todo, porque por lo general, están orientados a personas que fundan empresas y esa es otra complejidad. Acá hablamos de emprendimientos, entonces podrías armarlo así:

✔Descripción del emprendimiento.
✔Objetivos generales.
✔Productos o servicios que vas a vender o ya lo hacés.
✔¿A quién le voy a vender?
✔¿Cuántos clientes necesitaría?
Describilxs.
✔Precios. Calcular costos.
✔¿Qué me diferencia de mis pares para qué me compren a mí?
✔Para vender a estos clientes, ¿será mejor seguir trabajando solo o asociarme a otrxs?
✔Proyecto mis ventas para el próximo año. (este es díficil en este contexto, para que mentirles)
Puede ayudarme, saber lo que vendí mensualmente el último tiempo.
✔¿Puedo delegar algún área de mi emprendimiento? ¿En qué momento podría?

¿Te fue útil este artículo? Dejame un comentario, acá o en Insta, quiero saber qué piensan al respecto. GRACIAS por leerme.

5 comentarios en “#2 Emprender en este Lío: ¿Hacemos un plan?”

  1. Me gusta la idea de combinar planificación e improvisación. Tener estructura, pero que pueda ser flexible para adaptarnos a los imprevistos y oportunidades. Impecable Magu!

  2. Pingback: #5 Emprender en este Lío: ¿Ser o no ser multitarea? – Maga Rubiera

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