Fracasitos. ¿Por que no se habla con la misma liviandad que se comparten los éxitos en redes?

"7 de cada 10 emprendimientos mueren antes de cumplir 8 años, y 2 de ellos no cumplirán los 2 años. Pero muy pocxs se atreven a hablar del fracaso. "
En la mochila de cualquier emprendedor hay desaciertos. Hay ideas que no funcionaron , ideas que funcionaron a medias, tareas que se transformaron y emprendimientos que por más amor, dinero, tiempo y dedicación que le hayamos puesto, no prosperaron. ¿Da vergüenza decir: me equivoqué? ¿Es inconcebible hacerlo en una red social en la que parece qué todo se trata de éxito y belleza?
Es cierto que esto está cambiando, incluso ya no es novedad contar que tenemos un mal día o los dramas emprendedores que acontecen. Pero ¿contamos cuando un proyecto se cae? ¿Cuándo no va nadie a nuestros encuentros?¿Cuándo no vendimos ese producto nuevo que lanzamos?
¿Por que no se habla del fracaso con la liviandad que compartimos los éxitos en las redes sociales?
Pareciera que en el mundo virtual, casi nadie fracasa, excepto unx mismx.
Me he encontrado idolatrando personas, pensando: «pero esta mujer hace todo bien». Bueno, sabés que en realidad no la conozco, solo veo lo que comparte en redes, lo que elije mostrar.

Un estudio de la Universidad de México*¹ habla de la «deseabilidad social revalorada»: Aparentar que todo esta bien en las redes sociales, parece estar relacionado por una necesidad de aprobación social, de ser aceptadxs por los demás.
Entonces, ante el desacierto, el error, el fracaso: ¿Nos sentimos menos profesionales? ¿Qué te decís en esas situaciones? ¿Qué haces con eso?
“Lo intentaste. Fracasaste. Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor”. Samuel Beckett
David y Luis por Eduardo Zazo Jiménez* para la BBC
Hagamos un ejercicio imaginario. Pensemos en David, que estudia Administración y Dirección de Empresas y ha creado una Empresa tecnológica. Vive en un barrio repleto de colegios privados, la renta de su familia es 150.000 euros anuales.
Supongamos que la innovadora empresa de David no funciona y pierde todo el dinero invertido. Una ocasión propicia para decir, como la tan popular cita de Beckett: «Lo intentaste. Fracasaste. Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor».
Pensemos ahora en Luis, que vive en un barrio en el que sólo hay colegios públicos con recursos insuficientes, con una tasa de abandono escolar del 45 %. La renta de su familia es de 15.000 euros anuales. A Luis, que lleva encadenando trabajos precarios varios años, no le renuevan el contrato temporal en la empresa de reparto en la que lleva unos meses.
Es la tercera vez que le ocurre algo parecido. ¿Sigue siendo propicia la ocasión para citar a Beckett?
Pero siempre es un individuo quien lo intenta y quien fracasa. Basta con teclear «fracaso» en cualquier banco de imágenes para percatarse de que el fracaso es el del individuo. Quien fracasa es alguien en su soledad.

Ahora bien, esta retórica del fracaso olvida las circunstancias sociales y sociológicas desde donde se fracasa. Los «posibles» de David y de Luis son muy diferentes. Probablemente Luis jamás esté en condiciones de fundar una empresa tecnológica.
No podemos cambiar las circunstancias sociales y sociológicas en las que nacimos, y eso lo demuestra este relato. Pero podemos capitalizar los errores, buscar oportunidades y tratar de hacerlo distinto la próxima vez.
Ideas sueltas que me quedaron de este post:Fracasar mejor, sería aprender de los errores, pero no garantiza el posterior éxito.
La educación te ayuda a ordenar, planificar y evitar inconvenientes, pero no hay nada como experimentar.
La posibilidad de experimentar, y fracasar depende de los recursos económicos que tengas, y de tu educación.
Conseguir lo que te proponés, no implica un éxito fijo y asegurado.
Ir de fracaso en fracaso sin cambiar nada, no va a acercarte al éxito de lo que querés hacer.
Emprender es equivocarse mil veces, no necesitamos meterlo abajo de la alfombra, necesitamos normalizarlo para poder hablar de esto. Porque hablar alivia, porque al compartirlo podemos recibir ayuda u otra mirada qué no habíamos tenido en cuenta. Porque lxs que vienen atrás tuyo, atrás nuestro, tienen qué saber realmente como es para poder elegir con información y para no sentirse menos, ni bichos raros cuando les pase.
*https://www.bbc.com/mundo/noticias-50573728
*¹ https://www.revista-psicologia.unam.mx/revista_aip/index.php/aip/article/view/236